viernes, 13 de mayo de 2016

Y si el viaje es hacia mi?


Hace mucho que no escribo, mi transformación y aprendizaje han sido tan veloces que me han detenido. Me cuestiono, me cuestiono muchas cosas, no se si es sano o no, pero necesito hacerlo. No estoy mal. He dado mucho pasos en la dirección que mi corazón me pedía, eso es bueno. Pero cuando la transformación es tan fundamental, siempre da un poco de miedo. 

Hay días en los que lo mejor que podemos hacer es sentarnos y escribir. La palabras fluyen con una velocidad pasmosa, las ideas se acomodan y el tiempo se detiene. Sólo es ahora, en este momento, ahora.
Pasar de la velocidad, a la quietud, es un paso que ya había dado pero a la inversa…Y créeme te mueve por completo, da igual en el orden que sea.


No hay formulas, no hay esquemas. Cuando creíamos que habíamos encontrados algunas respuestas, algo sucede y volvemos a empezar de cero. No hay enseñanzas validas, más que reformularse, darse cuenta, mirarse, estar alerta… Tener sin retener, es lo que ronda en mi cabeza.