Debo reconocer que soy de sí fácil (o más fácil de lo que
quisiera), aún así es algo que sé que tengo que cambiar para sentirme mejor.
Vivimos en la sociedad de la velocidad y a veces a todos nos
pasa, en mayor o menor medida, que respondemos rápidamente que sí a cosas que
no queremos para nosotros. Nos pasa con invitaciones, con compromisos que
asumimos, con actitudes que tomamos y muchas veces, hasta con opiniones que nos
formulamos. El si esta de moda.
Esta claro que vivimos en la sociedad de la velocidad y no
en la sociedad de la salud, por eso nuestras respuestas tienden a ser más bien
rápidas y preestablecidas, que elaboradas y teniendo en cuenta lo que nos hace
bien de verdad. Sin dejar de añadir la tremenda culpa que muchas veces llegamos
a sentir por tener que decir NO a alguien. Claro está que todo esto tiene que
ver, una vez más, con que miramos más hacia fuera que hacia dentro, intentamos
agradar y el sí se nos presenta como un gran aliado.
Como sociedad cargamos con la gran marca de la culpa y la
complacencia, a mi me gusta cuestionarme lo que esta establecido como norma y
darle la vuelta las cosas, por esto creo que es beneficioso empezar a pensar en
lo que nos hace bien como individuos, sanamente y con consciencia y librarnos
de viejos esquemas que nos complican y muchas veces hasta llegan a enfermarnos. Que sea bueno para mi, es razón de sobras si la desición fue tomada con amor.
Me propongo entonces tiempo
para poder elaborar las respuestas adecuadas, y esta vez elijo como mi mejor
aliado la sinceridad. Y una vez más decido vivir mirando más hacia dentro y
menos hacia fuera porque estoy segura de que si es sano para mi también será
sano para los que me rodean.
me gusta mucho esta reflexion.....
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