Nos pasamos la vida controlando, planificando, haciendo cosas que no nos
aportan nada sustancial. Nos gusta tener todo medido y etiquetado, nos genera
“confort”. Y esta actitud la extrapolamos a todos los ámbitos de nuestra vida,
desde lo laboral hasta las relaciones más cercanas.
Pero qué pasa cuando algo vibra dentro de nosotros y
decidimos prestarle atención, sin medir los resultados, solo por la simple
certeza de que es lo que en ese momento NECESITAMOS. Es en ese preciso momento
cuando decidimos dejar de controlar, entonces la vida toma el mando de nuestro
destino y todo ocurre de manera casi sorprendente y mágica. Al final todo esto
es cuestión de confianza, en nosotros mismos en primer lugar, y en el proceso
de la vida.
Me gusta pensar en que hay mucha cosas que aunque quiera no
puedo controlar, que ocurren sencillamente porque son parte de un plan mayor. Pero
hay algo que si está claro: el miedo y el control nos paralizan, la confianza y
el amor nos movilizan. Nosotros podemos decidir en que frecuencia queremos
estar.
GENIAL, NO ES TAN FÁCIL NO CONTROLAR. BESOS
ResponderEliminarEs verdad! Pero por qué nos resulta difícil lo saludable? A ejercitarnos!
EliminarIncreiblemente, nuestro cuerpo nos muestra que todo se manifiesta sin que lo controlemos, la respiracion, la funcion de nuestro corazon, hasta nuestro intestino actua, sin nuestro control, sin embargo, la mente piensa que puede controlarlo todo, creo que si logramos no darle la importancia que le hemos dado, podremos ver algunos atisbos de que el Universo, nosotros incluidos tiene su propio pulso.....
ResponderEliminarGran verdad :D
Eliminar