No, no somos iguales. Y aceptar esto no implica dividirnos
más sino aprender a complementarnos mejor desde la pluralidad.
Somos diversos, afortunadamente! Aunque desafortunadamente
cada día nos parecemos más. De cada uno depende el SER auténticos, nadar contracorriente si es necesario.
El paradigma actual pretende crear grupos homogéneos,
sencillamente porque son más maleables, es por ello que todos los días somos
bombardeados con imágenes que pretenden borrar nuestras marcas de autenticidad
y convertirnos en una masa homogénea. Prueba de esto es el sistema educativo, donde vemos como se le enseña lo mismo a un niño
con capacidades innatas para la música, que a un niño con aptitudes para
ciclista. Esto dicho así puede sonar a burla pero ocurre todos los días, y
ocurre justo en el momento clave en el que debemos echar raíces fuertes como
individuos, la niñez.
Ni clones, ni vendas en los ojos, ni títeres, ni titiriteros.
Tenemos que empezar a quitarnos ya muchos condicionamientos. Ser nosotros
mismos es el mejor regalo que nos podemos hacer, nos aporta seguridad,
confianza y la posibilidad de vivir en relación con lo que somos de verdad. No
hay nada de malo en ser independientes y
sí, desde esta posición de independencia, relacionarnos con los demás. Todas
nuestras relaciones serán mucho más saludables.
Respetarme como individuo
es la base de mi felicidad. Escucharme más y escuchar menos hacia fuera. Ser
más yo y menos ellos.
No es egoísmo. Es
valorarse, es echar raíces: es autoafirmarse.
El cambio empieza en
cada uno de nosotros. La apuesta es por nosotros mismos. ¿Estamos
dispuestos a ser más auténticos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este es un espacio donde poder expresarnos. Tu opinión es muy importante ;)